En solo cinco años, entre 2016 y 2020, se vieron comprometidos 92,77 billones de pesos en hechos de corrupción, se perdieron 13,67 billones de pesos y se recuperaron $4.94 billones en Colombia.
Así lo reveló este jueves la organización Transparencia por Colombia, que presentó la más reciente actualización del Monitor Ciudadano de la Corrupción.
Este informe identificó y sistematizó 967 hechos de corrupción reportados en 2.026 notas de prensa escrita de 25 medios de comunicación entre el 2016 y el 2020. De acuerdo con estos datos, el 73 por ciento de los hechos afecta a entidades de la Rama Ejecutiva.
La medición detectó que la corrupción administrativa se presentó en el 44 por ciento de los casos. La mayoría de ellos relacionados con procesos de contratación pública, en los que se denunciaron prácticas como el direccionamiento irregular de contratos y el pago de servicios no entregados.
En este mismo fenómeno, el segundo lugar lo ocuparon casos de prestación de servicios de seguridad, que incluyen acciones como la venta de información reservada y armas por miembros de las fuerzas militares y policiales. Y en tercer lugar la corrupción en trámites, como el favorecimiento en permisos de construcción, expedición de cédulas falsas, evasión de impuestos e irregularidades en licencias ambientales o transporte de fauna.
De otra parte, se halló que el 27 por ciento de los reportes son por corrupción política. Por ejemplo, hay casos como el desvío de recursos destinadas a la salvaguarda de la vida y la integridad de las personas, el uso de recursos públicos para la financiación de campañas políticas, entre otros.
Además, la corrupción privada se reportó en el 19 por ciento de hechos, y la corrupción judicial representó el 10 por ciento. Seis sectores concentran los hechos de corrupción
El Monitor Ciudadano de la Corrupción identificó que el 62 por ciento de los hechos se concentraron en seis sectores.
Primero, el 21 por ciento en el sector defensa; el 11 por ciento en el sector judicial; y 30 por ciento de los casos en los sectores de educación, ciencia y tecnología; de vivienda, ordenamiento territorial y servicios públicos; de salud; y de transporte.
De otro lado, al analizar la incidencia de la corrupción en grupos poblacionales específicos, se determinó que hubo una afectación directa en 311 hechos y, en la mayoría de ellos los afectados fueron niños, niñas y adolescentes, seguidos por los estudiantes y la población en condición de vulnerabilidad socioeconómica.
Por eso, Transparencia por Colombia indicó que «la corrupción acentúa las desigualdades ya existentes en estos grupos vulnerables».
Andrés Hernández, director de Transparencia por Colombia señaló que el informe resalta “el carácter sistemático y estructural de la corrupción». Añadió que como sociedad hay que hacer una revisión de fondo sobre la profunda afectación que genera la corrupción.
«Debemos ser capaces de elegir a quienes de manera genuina y seria puedan enfrentar este problema, no comprar discursos facilistas y exigir acciones efectivas. No debemos permitir que nos sigan robando nuestro presente y nuestro futuro”, concluyó.
CCB