Álex Saab es un criminal que ha vivido en Alemania, Rusia, Turquía, México, Colombia, Venezuela, e Italia, por decir algunos países. En todos ellos tiene un amplio prontuario criminal que lo identifica como uno de los más peligrosos del mundo que juega con el hambre de los pueblos.
También fue visto en Antigua, isla donde tiene un negocio fantasma de casas prefabricadas que dice vender en Caracas y Turquía. Todavía Saab tenía vigente el pasaporte diplomático que le emitió Antigua, con la mediación del gobierno chavista. En Turquía y México desarrolló el negocio de exportación a Venezuela de alimentos del Clap, con alimentos en su mayoría descompuestos. Todo un asesino de seres humanos.
Con varias identidades
Alex Saab pasó de ser un próspero contratista del gobierno venezolano a un objetivo de las autoridades colombianas, norteamericanas e internacionales. Los turbios negocios como testaferro del gobierno chavista encabezado por Nicolás Maduro, le han generado el rechazo de la elite de su ciudad natal, Bogotá.
Todos los negocios los hace utilizando fachadas de varias empresas, en particular una de confección de ropa Shatex S. A., registrada en 1998 por la ex-esposa de Saab, Cynthia Certain Ospina, quien huyó de Colombia al desatarse la polémica.
Saab Moran es un empresario colombiano conocido por hacer millonarios negocios con el gobierno de Venezuela, incluyendo el programa de alimentación estatal denunciado por mala calidad de los productos y sobreprecio, sía como casas prefabricadas, entre muchos otros. Tiene una orden de captura en Colombia y está siendo investigado en varios países por lavado de dinero, financiamiento al terrorismo y otros delitos.
Su trayectoria criminal
Álex Saab es hijo de un inmigrante libanés que se asentó en la ciudad de Barranquilla, Colombia, donde abrió varios locales comerciales y se desempeñó con éxito en el área textil.
Álex, el segundo de cuatro hermanos, comercializaba llaveros de promoción empresarial y uniformes, cuando conoció a Álvaro Pulido –otro empresario colombiano a quien se le relaciona con la ex senadora colombiana Piedad Cordova — quien lo habría invitado a ser su socio en varios negocios en Venezuela.
Entre 2004 y 2011, los dos hombres exportaron mercancías a Australia, Ecuador y Venezuela a través de una sociedad llamada Shantex S.A. En Venezuela, sus clientes eran pequeñas empresas poco conocidas que tenían acceso a dólares a una tasa de cambio preferencial gracias al sistema de cambio de divisas oficial de la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI). Según un informe contable de la época, el 82 por ciento de los ingresos de la compañía en esos años, cerca de US$ 62 millones, provino de Venezuela.
Con su abogado, Alvaro Pulido, ha sabido sacar buenas tajadas del dinero sucio que obtiene a traves de negocios ilegales.
Muchas de esas transacciones nunca fueron reportadas a Colombia, por lo que las autoridades sospechan que es dinero lavado producto de la corrupción.
La estrecha relación entre Álex Saab y el chavismo data de 2011, cuando firmó en el Palacio de Miraflores, un convenio para suministrar partes para construir casas prefabricadas para la “Misión Vivienda” en presencia del entonces presidente Hugo Chávez, su canciller Nicolás Maduro y el presidente colombiano Juan Manuel Santos.
El acuerdo fue realizado a través de la empresa Fondo Global de Construcción, con la que Saab y Pulido nuevamente obtuvieron acceso a dólares preferenciales en Venezuela y al Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (Sucre) que el país impulsaba junto a Ecuador.
Entre 2012 y 2013, la empresa recibió aproximadamente US$ 159 millones para importar al país los kits de casas, pero sólo entregó productos equivalentes a US$ 3 millones. Ecuador investigó tales exportaciones al sospechar que incurrían en lavado de dinero, operaciones ficticias y sobrefacturación con la filial de Fondo Global de Construcción en Ecuador, una estructura empresarial que conduce a la isla de Malta en el mar Mediterráneo, un paraíso fiscal. Sin embargo, el caso fue sobreseído.
La dupla de Saab y Pulido empezó a entrar a acuerdos en materia de alimentos en 2015, cuando una sociedad recién creada en Panamá llamada Global Foods Trading, que periodistas pudieron vincular a Saab, firmó al menos cuatro contratos por un valor de cerca de US$ 125 millones para suministrar maíz, trigo, arroz y soya a Venezuela.
En 2015, Saab también quiso participar en el negocio petrolero de Petróleos de Venezuela (PDVSA) a través de una empresa con sede en Suiza pero manejada desde Colombia, llamada Trading Energy and Coal (Trenaco). A pesar de su falta de capital y experiencia en el área ganó la licitación de un contrato valuado en US$ 4.500 millones, pero el contrato se derrumbó meses después.
A finales de 2016, con el Group Grand Limited, una empresa registrada en Hong Kong en 2013 y posteriormente en México, Saab firmó uno de sus primeros contratos para proveer 10 millones de combos de alimentos para las cajas de comida entregadas por los Comités de Abastecimiento y Producción (CLAP), con la gobernación del estado Táchira por más de US$ 200 millones. Otro contrato similar siguió a éste en 2017, con la Corporación Venezolana de Comercio Exterior (Corpovex) para suministrar 11 millones de combos alimenticios por cerca de US$ 113 millones
Aunque desde su inicio como contratista, Saab intentó mantener un bajo perfil, su nombre se dio a conocer en agosto de 2017 cuando la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, lo señaló como el hombre detrás de Group Grand Limited junto a los empresarios colombianos Álvaro Pulido y Rodolfo Reyes, y señaló a la compañía de pertenecer realmente al presidente Nicolás Maduro.
Con investigaciones en Colombia y México por exportaciones sospechosas de corrupción y otras irregularidades, el empresario colombiano decidió mudar sus compañías a Turquía en abril de 2018, y pidió a los organismos estatales cambiar los contratos anteriores a una nueva estructura, Mulberry Proje Yatirim A.S.
Al entramado se unen otro par de empresas registradas en los Emiratos Arabes Unidos como intermediarias en el negocio de los CLAP. Esto ocurrió al mismo tiempo que el gobierno de Nicolás Maduro se acercaba al de Recep Tayyin Erdogan, en Turquía, para la refinación del oro extraído del Arco Minero del Orinoco y para convenios alimentarios.
Pocos meses después, Nicolás Maduro oficializó la creación de una empresa mixta entre la estatal Compañía General de Minería de Venezuela (CVG Minerven) y una sociedad con registro turco, Marylins Proje Yatirim. Una investigación del portal Armando.Info pudo vincular esta última a Mulberry, otra empresa de Saab, prueba de la participación del colombiano en los negocios del oro venezolano.
Una publicación también vinculó a Saab a la venta de más de siete toneladas de oro venezolano sacado de las reservas del Banco Central de Venezuela a Uganda.
Múltiples imputaciones
POLFA busca circular de Interpol para Alex Saab:
El director de la Policía Fiscal y Aduanera dijo que están prontos a capturar al empresario barranquillero. “Estamos adelantando todas las gestiones para lograr la captura de Alex Saab, quién es uno de nuestros ‘peces gordos’, investigado por lavado de activos y contrabando, a través de los CLAP”, dijo el director de la Policía Fiscal y Aduanera, brigadier general Juan Carlos Buitrago Arias, sobre el barranquillero Alex Naím Saab Morán.
Álex Saab ha sido imputado por un número de cargos, incluyendo lavado de activos, concierto para delinquir, enriquecimiento ilícito, exportaciones e importaciones ficticias y estafa agravada. Algunos informes periodísticos también apuntan a posibles vínculos con el narcotráfico.
El empresario colombiano tejió una red de empresas opacas registradas en su mayoría en paraísos fiscales a nombre de terceros, como su hijo y el hijo de su socio Álvaro Pulido, sus hermanos y sus aliados. Desde ellas ha emprendido exportaciones ficticias y actividades de corrupción que le han dejado cientos de millones de dólares en ganancias.
Sus movimientos comerciales y financieros lo han hecho el blanco de investigaciones en, al menos, nueve países, principalmente en México, por las irregularidades en las exportaciones de alimentos a Venezuela y en Ecuador por las irregularidades en las exportaciones de casas prefabricadas. También se lo investiga en Estados Unidos y en Israel por una serie de transacciones que terminan en el país del medio oriente, y con las que se cree puede existir un nexo con el grupo terrorista Hezbolá, presuntamente cercano a Venezuela a través de Tareck El Aissami.
En sus contratos para la provisión de comida a los CLAP, investigaciones periodísticas han podido comprobar los sobreprecios en las facturas, así como la mala calidad y bajos valores nutricionales de los productos adquiridos.
Recientemente, su incursión en las transacciones del oro venezolano muestra otra arista de sus actividades criminales. Se ha reportado la participación de grupos criminales venezolanos, funcionarios de seguridad corruptos y de la guerrilla colombiana, el Ejército Nacional de Liberación (ELN), en la extracción de este metal precioso.
Además, la comercialización del oro proveniente de Venezuela ha sido sancionada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Hay un reporte de la DEA en su contra
Desde hace más de seis meses, la Fiscalía y la Dijín abrieron una investigación por lavado de activos contra Alex Saab Morán, señalado de ser el contratista del chavismo. Desde que El Espectador dio a conocer la noticia, su abogado Abelardo de la Espriella ha sostenido que la familia Saab es inocente y que se trata de una campaña de desprestigio, por lo que denunció que funcionarios judiciales habían intentado extorsionarlos.
Sin embargo, con la captura del contador y el revisor fiscal de las sociedades del Grupo Saab, trascendieron los detalles que provocaron la salida del país del empresario barranquillero hacia Venezuela, donde hoy es prófugo de la justicia.
Centro de operaciones
Las principales operaciones de Álex Saab y sus socios se han enfocado en Venezuela, donde tienen el visto bueno del gobierno de Nicolás Maduro. Para ello, Saab ha constituído empresas en Baréin, Brasil, China, Ecuador, Hong Kong, India, Corea del Norte, Panamá, Pakistán, Taiwán, Estados Unidos, Emiratos Arabes Unidos y Turquía, algunas de las cuales han sido empresas fantasmas.
En investigaciones, autoridades colombianas pudieron constatar que el dinero recibido por los tratos con Venezuela fue rastreado a bancos en Estados Unidos, Panamá, India e Israel.
Asimismo, ha usado a países de la región como Colombia, Ecuador, México y Panamá como bases de operaciones para sus empresas.
Aliados y enemigos
Álex Saab logró entablar relaciones con personas claves en Colombi,a que lo ayudaron a llegar a las altas esferas del gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. Una de las principales es la ex senadora colombiana Piedad Córdoba, quien en varias entrevistas ha comentado sobre su relación con el empresario de Barranquilla.
Desde 2011, cuando Saab se convierte oficialmente en contratista del gobierno, estrechó lazos con funcionarios del gobierno, que luego se convirtieron en sus socios y aliados. Un ejemplo es el de Adrián Perdomo Mata, nombrado como presidente de Minerven en agosto de 2018, compañía encargada del oro venezolano, detrás del que también estaría Saab. Perdomo tuvo participación en el Fondo Global de Construcción y Trenaco, pero se desligó legalmente de las sociedades antes de ser nombrado en su nuevo cargo.
Cuatro periodistas del portal de investigación Armando.info tuvieron que exiliarse de Venezuela después de que Saab abrió un caso judicial contra ellos, en reacción a un reportaje que publicaron donde revelaban sus tratos con el gobierno de Maduro.
Los grandes contactos para negocios ilegítimos
El hecho de que en medio de la crisis económica más grave vista en la región, bajo la que Venezuela continúa en deuda con compañías de medicinas, alimentos y aeronaúticas, Nicolás Maduro le pagara cientos de millones de dólares a Saab, da indicios de que la relación que mantienen es más que comercial.
Aunado a eso, la acusación de Ortega Díaz sobre Saab como testaferro de Maduro, no hace difícil entender la enredada serie de empresas y medidas que ha tomado para continuar operando junto al gobierno de Venezuela, hasta el punto de recibir sus pagos por la venta de alimentos, en oro.
Alex Saab es el enlace de Maduro con Turquía, país con el que ha concretado trueques de oro por alimentos que se envían desde Ankara, pero la gran mayoría son producidos en México, con lo cual logran la triangulación que evade las sanciones norteamericanas. Antes de su envío a Caracas, el valor se infla, con lo cual quienes participan de la transacción, resultan doblemente ganadores.
A Saab también le pagan con oro. Hace unas semanas, en Uganda fueron incautadas 7 toneladas de oro que pensaban pasar de manera irregular por la aduana de ese país africano. El monto del tesoro podría costar USD$ 300 millones, que sería el pago hecho al barranquillero por el gobierno de Maduro, como parte de los negocios consolidados con Turquía. El oro, fundido en lingotes, habría salido directamente de la bodega del Banco Centrall de Venezuela, controlado, como todas las entidades del gobierno por Maduro.
El oro se convirtió en una variable en la nueva realidad de Venezuela, aunque las reservas han venido cayendo, al punto de que en enero del 2018, éstas se redujeron a 150 toneladas. En medio de las urgencias, Maduro intenta ahora repatriar 14 toneladas de oro que están en las reservas del Banco de Inglaterra y que no pareciera dispuesto a soltarlas prontamente. Con la crisis de la producción petrolera, la variable oro tomó un peso insospechado tanto para la economía del país como para los fondos personales de Maduro y el círculo de confianza que lo rodea.
El entramado de corrupción, lavado de dinero, y demás delitos en que ha incurrido Saab, probablemente no sean investigados en Venezuela mientras la administración chavista se mantenga en el poder, por lo que Saab continuará sus tratos con el gobierno y permanecerá protegido.