Las dudas que a veces surgen cuando un individuo de origen musulmán (o converso), delincuentes armado con un cuchillo o a bordo de un automóvil, mata a una o varias personas, actúa por móviles yihadistas o por otras razones, encuentran respuesta en el último mensaje editorial del Estado Islámico (Daesh, Isis). Va dirigido, en especial, a aquellos que han llevado una conducta impropia del Islam y les aseguran que el perdón si se apuntan a las filas terroristas.

Vale para ladrones, consumidores de drogas, bebedores, supuestos trastornados, jóvenes que van de fiesta….todos hallaran el perdón si matan infieles.

Es obvio, no hace falta recordarlo, que la inmensa mayoría de los musulmanes nada tienen que ver con el yihadismo y que el mensaje de los terroristas va dirigido a los que se encuentran en alguna de las citadas circunstancias.

Occidente asiste con frecuencia a acciones criminales que son catalogadas, a efectos policiales y judiciales, como crímenes de carácter común y no terrorista. Se alegan diversas circunstancias: trastornos mentales, antecedentes penales no relacionados con el yihadismo, problemas derivados de su no integración en la sociedad, consumo de drogas habitual, etcétera.

Los investigadores no logran acreditar, al cien por cien, que se traten de actores, “lobos”, solitarios, sencillamente porque no han encontrado conexiones con las bandas yihadistas, consultas a las redes sociales de las mismas, conexiones con individuos fanatizados…, lo que no quiere decir que no tengan acceso a los mensajes de carácter general que lanzan las bandas yihadistas o que actúes por un simpe fenómeno de imitación.

Hay otros a los que se excluye del yihadismo porque su actuación criminal, normalmente con el balance de una o más personas asesinadas, se debía a su mala conciencia por su condición sexual.

Al final, los que son víctimas de estos individuos no pueden ser calificados como víctimas del terrorismo, con las consiguientes consecuencias de orden penal, económico, social, etcétera.

Daesh ha publicado esta semana un mensaje doctrinal que deja las cosas claras y que podría sacar de dudas a los que, por principio, ante lo que parece un crimen yihadista, niegan la mayor.

Dicho mensaje, publicado en su semanario Al Naba, niega que la yihad sea sólo para unos pocos, sino que debe ser abrazada por “todo tipo de creyentes para que nadie pueda tener una excusa: ancianos y jóvenes; ricos y pobres; trabajadores y no trabajadores; activos e inactivos; (…)

Y, a continuación, hace una afirmación, que permite situar en el yihadismo a muchos de los individuos que cometen esos delitos, que quedan calificados como comunes: “la yihad es la mayor puerta para la expiación de los pecados”. Esta es una de las claves. Para alcanzar el paraíso junto Alá, pese a no haber tenido un comportamiento ajustado a las normas del Islam, basta con apuntarse al terrorismo. “No importa cuán afligido estés por los pecados, ahí está la yihad y los pecados no deben ser una excusa (…), por lo que el arrepentimiento debe ir acompañado con la yihad, que debe llevarse a cabo por el bien de Dios”.

Isis, en su afán de incluir a todos, de animarles a convertirse en “lobos solitarios”, señala que “nos encontramos a miles de jóvenes idiotas en los campos de juegos, teatros y salones, desperdiciando sus energías y tiempos, ¡sus vidas están muertas!, mientras judíos y cruzados de América, rusos, europeos y comunistas se arman, fortalecen sus ejércitos y aumentan su número”.

CCB