El pasado 24 de abril, la corte del Distrito de Puerto Rico ordenó el pago, de forma inapelable de 5.360.769,70 dólares por parte de Simeón Rafael García y las sociedades mercantiles Valores Abezur C.A. y Santa Bárbara Airlines C.A., al BNC International Banking Corporation.

Esta medida ratifica la sentencia del 21 de agosto de 2019, que se daba como respuesta a la queja de diciembre de 2017 donde el BNC International Banking Corporation reclamó ante la corte del Distrito de Puerto Rico, que Simeón García como propietario de Santa Bárbara Airlines, habría recibido un préstamo el 19 de enero de 2017, otorgado por esta entidad bancaria por el orden de los 2,6 millones de dólares, de los cuales, García sólo habría honrado el primer pago acordado en las condiciones del préstamo.

Aún cuando en este caso las partes convinieron un acuerdo de pago el 14 de agosto de 2019, los demandados Simeón García, Santa Bárbara Airlines C.A y Valores Abezur C.A,  sólo habrían honrado un pago de 1.052.210,30 dólares de los más de seis millones adeudados a la fecha.

Igualmente se solicitó que por el procedimiento de exequátur, se concediera fuerza ejecutoria en el territorio de la República Bolivariana de Venezuela, a la decisión dictada por el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico, de fecha 21 de agosto de 2019, ratificada por decisión del mismo Tribunal, de fecha 24 de abril de 2020.

Larga trayectoria de corrupción

Este fallo del tribunal estadounidense representa apenas una luz dentro de la oscura trayectoria de Simeón García en materia de corrupción y estafas.

Una subsidiaria de la extinta aerolínea Santa Bárbara Airlines, fue mencionada en la gigantesca trama de corrupción y blanqueo de capitales, conocida como Money Flight, investigación que se encuentra activa en Estados Unidos y otras jurisdicciones.

La trama tiene como centro de las investigaciones a la estatal petrolera venezolana PDVSA y las operaciones de lavado de dinero que directivos y contratistas habrían llevado a cabo para desfalcar al país al menos 1.200 millones de dólares.

Uno de los imputados es José Vicente Amparan, conocido como “Chente”. Según el expediente, Amparan habría enviado al testigo estrella de la Fiscalía y delator por quien se destapó este caso, un correo electrónico con un contrato de préstamo falso entre la empresa Solar Cargo, INC y Rantor Capital, C.A., la compañía que los acusados usaron para desfalcar los dineros del Estado venezolano.

Amparan explicó en una reunión grabada, que él trabajaba para Solar Cargo, INC, empresa que tendría en ese entonces seis aviones operando, y que PDVSA la había contratado para trasladar medicinas desde Irán a Venezuela.

En el rastreo hecho por The Digger se encuentra efectivamente la empresa Solar Cargo, INC, constituida en el estado de Florida el 16 de marzo de 1999, pero su nombre original no es Solar Cargo, INC, sino “Aserca Airlines Cargo, INC”, con una sola persona como accionista y registrador de nombre Adolfo Moreno.

El 9 de agosto de 2001 el nombre de la sociedad cambió a “Santa Bárbara Airlines Cargo, INC” y finalmente el 28 de mayo de 2008 pasa a llamarse Solar Cargo, INC.

Salta la duda sobre la relación entre Santa Bárbara Airlines Cargo y la Santa Bárbara Airlines de Simeón García, visto que son dos entidades jurídicas distintas y establecidas en diferentes países. Pero un reporte publicado el el 4 de noviembre de 2001 relata algunas informaciones sobre el estatus de las aerolíneas que operan desde Estados Unidos hacia América Latina, dando cuenta de que, a pesar de la comprometida situación de algunos de estos operadores, hay buenas noticias con la incorporación de otras propuestas.

“Dos de las principales compañías aéreas en el mercado de América Latina y el Caribe, Fine Air y Amerijet, se encuentran en el Capítulo 11, pero las nuevas compañías continúan ingresando al negocio. La última es Santa Barbara Airlines Cargo, una subsidiaria de Santa Barbara Airlines, una aerolínea de pasajeros venezolana. La nueva compañía de carga, con sede en Miami, arrienda 747-200 cargueros de Southern Air Inc. para volar desde Miami a Caracas y otros destinos en América del Sur”, reseña el portal Joc.com.

El nombre de Adolfo Moreno, más no el de Simeón García, está presente en todos los registros de estas operadoras en Estados Unidos – también se cita aquí. “Santa Bárbara recibió autorización del Departamento de Transporte de los Estados Unidos el 5 de marzo (de 2001) para comenzar los servicios de carga programados entre Fort Lauderdale, Caracas y Maracaibo en Venezuela. Luego, en agosto, adquirió Aserca Airlines Cargo, con sede en Miami, la división de carga de otro operador de pasajeros venezolano.

Adolfo Moreno, presidente y propietario de Aserca Airlines Cargo, se convirtió en presidente de SB Cargo, como se conoce a la nueva empresa (…) Moreno dijo que la carga hacia el sur de 600f SB Cargo es un equipo relacionado con el petróleo para PDVSA, la compañía petrolera venezolana”.

García es, junto a Amicorp Barbados, LTD y Amicorp Corporate Services Barbados, LtD los oficiales de las siguientes sociedades, que según este registro, fueron constituidas en 2005. Sociedades de Simeón García, administradas por Amicorp. Estas fueron constituidas en Barbados en 2005.

Justicia dominicana

Rafael Simeón García Rodríguez, fue el propietario de las extintas aerolíneas venezolanas Santa Bárbara Airlines, Aserca y Aerotuy. El grupo venezolano adquirió Pawa Airlines en 2015, pero a pesar de los buenos augurios alentados desde República Dominicana del presidente Danilo Medina, la compañía, al igual que las aerolíneas venezolanas pertenecientes a este grupo, fueron a la quiebra.

Posteriormente, las autoridades de este país acusaron al venezolano, en marzo de 2017, por cargos de fraude fiscal, lavado de activos, conspiración para cometer fraude y corrupción, tras cesar el pago de sus compromisos legales, pago de impuestos y de los derechos de la actividad aeronáutica al Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC).

La aerolínea dominicana entonces fue obligada a permanecer en tierra tras la decisión tomada poco después, en enero de 2018, en la que las autoridades aeronáuticas decidieron suspender el permiso de vuelo de Pawa Dominicana, motivado al impago por parte de sus representantes de la deuda que la aerolínea acumuló y que alcanzó cerca de dos millones de dólares.

En febrero de ese mismo año, Pawa se declaraba en bancarrota. Lo propio ocurrió con las operadoras venezolanas. Santa Bárbara Airlines anunció el cese de sus operaciones el 4 de mayo de 2018, después de sucumbir a la severa crisis financiera, según se explicó en la cuenta oficial de la compañía, y tres meses después de que Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (Inac) suspendiera su certificado de explotación de transporte aéreo.

Las autoridades de República Dominicana pidieron en 2018 la extradición del empresario venezolano Simeón Rafael García Rodríguez, dueño de Aserca Airlines, PAWA Dominicana y Santa Bárbara, por incumplir el pago de un acuerdo al que había llegado con el Estado luego de que fuese descubierto en ilícitos que generaron pérdidas millonarias para el país.

De acuerdo con el medio local Diario Libre, la solicitud fue formulada por los abogados de la Junta de Aviación Civil (JAC), quienes hicieron la petición ante la Procuraduría General de la República Dominicana, la cual, solicitaría la detención y posterior extradición de García, toda vez que este residía en Miami, Estados Unidos.

El empresario venezolano fue acusado por cese de operaciones, fraude fiscal, lavado de activos, conspiración para fraude y corrupción, delitos que cometió desde marzo de 2017, cuando dejó de pagar las tasas y los derechos de la actividad aeronáutica al Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC).

En enero de 2018 la JAC suspendió el permiso de vuelo de PAWA Dominicana desde y hacia el país por haber incumplido el pago de USD 1,820,669, suma de la deuda que la línea aérea acumuló con el Estado. En febrero del mismo años, la compañía de vuelos se declaró en bancarrota e introdujo ante el Tribunal una solicitud de reestructuración mercantil.

Se conoció que sobre PAWA Dominicana y García hay denuncias que los señalan de abuso de confianza y presunto lavado de activos, por lo que se solicitó a las autoridades competentes una averiguación al respecto. La acusación fue presentada por el Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC) y por la Junta de Aviación Civil (JAC), los cuales aseguran que PAWA y García se apropiaron de recursos públicos, los ocultaron y posteriormente los transfirieron y administraron en provecho propio.

Explicaron que el IDAC debe recibir, de acuerdo a lo dicta la norma, la liquidación quincenal de las  tasas y derechos de la actividad aeronáutica recabados por los operadores aéreos, pero la aerolínea PAWA Dominicana inició una práctica desde marzo de 2017 dirigida a evadir esta obligación, lo cual ocurrió hasta que fue suspendido su Certificado de Autorización Económica en enero (26) de 2018.

La deuda de PAWA a las autoridades dominicanas al 30 de enero de 2018 ya se elevaba a USD 1.820.669,35 más RD$ 72.742.50 (pesos dominicanos). Habrían llegado a un acuerdo de pago, pero nuevamente la empresa de la Simeón García evadió su responsabilidad e incumplió con dichas cancelaciones.

El representante legal del IDAC y la JAD, Julio Cury, informó que fue entregada la denuncia respectiva ante la Procuraduría General encabezada por Jean Alain Rodríguez, quien a su vez la remitió a la Fiscalía de Santo Domingo, órgano judicial que deberá establecer la veracidad de las acusaciones y proceder en consecuencia en caso de comprobarse los hechos.

Entretanto, la representación legal de PAWA, en manos del abogado Alberto Reyes, manifestó su inconformidad con el cese de operaciones de la aerolínea dictaminado. La medida habría afectado a 18 mil 724 pasajeros que adquirieron boletos desde el 20 de octubre de 2017 hasta el 25 de enero de 2018. En Venezuela, Santa Bárbara Airlines fue suspendida por 90 días por incumplimiento de itinerario.

Igualmente, Aserca fue objeto de suspensión por asuntos relacionados a su póliza de seguro.

Simeón García

Simeón Rafael García comenzó en 1985 con el negocio de las maquinitas de juego traganíqueles junto a un familiar, quien es hoy por hoy considerado el Zar de las maquinas traganíqueles en Venezuela, pero en 1990 se retiró de esa actividad porque la Gobernación de Carabobo de ese entonces la prohibió mediante un decreto. Para ese momento,  Garcia tenía  tres avio­netas asignadas al servicio técnico de mantenimiento a 3.000 maquinitas dise­minadas por todo el país. Se le ocurrió entonces que el transporte aéreo podía ser un área explotable, pero no disponía de una concesión. Se dedicó a buscar una empresa que confrontara dificultades económicas, para reactivarla y dio con Aserca, que había nacido en Valencia y había muda­do su sede hacia Apure. Su dueño, el capitán José David Pulgar, le dijo: «No te voy a vender la compa­ñía: te la voy a regalar; dame 100.000 bolívares y paga una deuda que tengo con el Ministerio de Trans­porte y Comunicaciones, que suma unos 300.000 bolívares». Así ocurrió y se hizo dueño de esta aerolínea que contaba con todas las rutas regulares otorgadas desde Valencia.

Además de llevar el timón de Aser­ca y Santa Bárbara después, Simeón García formaba parte del grupo que controlaba la Electricidad de Ciudad Bolívar (Elebol), el diario el Luchador y las emisoras Onda y Angostura que terminó vendiendo.

Pero Simeón García quiso ir más allá al ver una oportunidad  en la quebrada aerolínea Pawa dominicana, pero al parecer salió con las tablas en la cabeza, pues  ahora el gobierno dominicano, según  la prensa internacional, pediría la extradición por presuntos  lavados de activos que él inmediatamente ha desmentido.

Anterior a la crisis económica que azota el país, el empresario habría disfrutado en exceso la bonanza petrolera y la designación de dólares a tasa oficial a través de la extinta Cadivi. De acuerdo con una serie de documentos compartidos por la periodista Maibort Petit, García Rodríguez implementó un fraudulento mecanismo para aprovecharse de la asignación de divisas preferenciales.

García creó un esquema de corrupción que le permitía defraudar millones de dólares a través del sistema de control de cambio imperante en Venezuela e implementar actividades irregulares en República Dominicana, donde enfrenta cargos por cesar operaciones, fraude fiscal, lavado de activos, conspiración para fraude y corrupción.

El sistema consistía en presentar facturas emitidas por la empresa Alpha Turbine Aviation Technology LLC —la cual estaría relacionada con García— cuyo  concepto eran los servicios de reparación de las turbinas de las aeronaves de Aserca.

La empresa Alpha Turbine Aviation Technology LLC, una compañía registrada en el estado de la Florida, Estados Unidos, bajo el número L04000037341 y FEI/EIN 26-1503729, en fecha 18 de mayo de 2004, con estatus actual activo, que señaló como domicilio el 8050 NW 31 Street, Miami, FL 33122. La dirección postal suministrada fue el 8081 NW 31 Street, Miami, FL 33122. El agente registrador fue Ricardo E. Pines (3301 Ponce de León Blvd., Suite 200, Coral Gables, FL 33134. Como directivos figuran Marlene Morillla y Ledys Rodríguez, ambas con la misma dirección que se ofreció como dirección postal.

Esta empresa — Alpha Turbine— certificada para tal fin, reparaba los motores de los aviones de las aerolíneas propiedad de Simeón García agrupadas como Alianza o Grupo Condor.

Dichas facturas presentaban las tablas de costos presentando en una columna los montos relativos a los precios de los componentes suministrados los cuales variaban de acuerdo a los requerimientos de las partes.

Se pueden ver, además, el costo de la mano de obra o servicio prestado, así como los gastos generales.

En las facturas es posible constatar los costos de los motores de acuerdo al número de orden de trabajo del taller (WO-Work Order), los cuales reflejan el monto real gastado en componentes y al mismo tiempo puede observarse el monto total facturado.

La diferencia entre el monto de las partes podía ser, en algunos casos, hasta un tercio menor del monto total facturado, es decir hasta un 250 por ciento por encima del valor de las partes reparadas.

Por ejemplo, la orden de trabajo (WO) N° 1103 presentaba que la reparación había sido realizada por USD 293.491,01 pero con los costos adicionales el precio se elevaba a USD 776.731,01 que era el monto facturado a la compañía, Aserca en este caso, empresa que, posteriormente solicitaba a Cadivi estos recursos con lo que Simeón García supuestamente lograba beneficiarse con los elevados sobreprecios. En un año la diferencia pudo alcanzar los USD 5 millones en sobrefacturación.

Los cálculos indican que solamente Aserca, por concepto de reparación de turbinas, en un periodo de ocho años, podría haber acumulado en sobreprecios unos USD 40 millones, sin que en esta estimación se incluya otros conceptos, tales como reparaciones varias y piezas en general, seguros de las aeronaves y otros componentes.

Aserca Airlines y Alpha Turbine Aviation Technology LLC, habrían trabajado en conjunto generando desfalcos a la nación por USD 5 millones en un solo año. La empresa fue registrada en 2004 en el estado de Florida, EE.UU., y aunque aparece a nombre de otras dos personas, estaría vinculada con García Rodríguez, quien la utilizó como una contratista encargada del mantenimiento de las aeronaves de la aerolínea.

Se estima que en ocho años García Rodríguez obtuvo beneficios de Cadivi a través de la sobrefacturación de costos de los servicios de Alpha Turbine por reparación de turbinas de los aviones de Aserca de USD 40 millones, esto sin contar con otros servicios o reparaciones generales, así como la compra de piezas o el pago de seguros por cada nave.

García inauguró PAWA Dominicana a finales de junio de 2015 y en menos de un año la aerolínea se posicionó como una de las más reconocidas en el país caribeño.

Según Forbes, para establecer la compañía de vuelos y lograr que fuese un éxito, García invirtió USD 52 millones, un presupuesto moderado en comparación a los USD 250 millones que el magnate venezolano planificó inyectarle a PAWA entre 2016 y 2020.

El dueño de Aserca ofreció una entrevista a la edición mexicana de la exclusiva revista que se dedica a dar a conocer los negocios de los multimillonarios en la región, y para demostrar su poderío, llegó a la cita periodística en un Cirrus SR22, una nave de uso civil que salió al mercado en 2001 y que solo cuenta con 1000 ejemplares en todo el mundo. Dicho avión tiene un costo estimado de USD 530,000.

García Rodríguez fue naturalizado dominicano a los pocos meses de establecerse en la isla, esto como parte de una promesa que le hizo el presidente Danilo Medina quien, tras reunirse con él para hablar del proyecto de PAWA, le dijo que le daría la nacionalidad si lograba instaurar una compañía de vuelos exitosa.

Para entonces, el venezolano tenía una lujosa residencia en Punta Cana, desde donde se trasladaba hasta el Aeropuerto Internacional de Las Américas, situado en Santo Domingo, en su Cirrus SR22 color rojo.

Mientras vivió en Venezuela, fue vinculado con funcionarios de la cúpula chavista, sin embargo, las restricciones para el sector comercial que fue imponiendo Hugo Chávez, habrían desencadenado su contraposición al Gobierno socialista.

El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) reseña a Simeón García con inversiones en paraísos fiscales con empresas en las que figura como oficial desde 1986 y 1998, a saber, tres compañías registradas en Aruba: Air Aruba N.V., Assa Capital Services N.V. y Assaca Investments N.V.

Fundación Alas Solidarias

La fundación Alas Solidarias dirigida por Lesly Simon, también venezolana y mano derecha de Simeón García sirvió a los intereses de lavar la cara, o al menos tratar, de las compañías Santa Barbara Airlines y Pawa.

Dirigida desde las oficinas en Doral, Fl Lesly Simon era la cara amable -al público y a la sociedad- del entramado criminal de su jefe con quién operó por mas de 20 años.

Simon, actualmente presidenta de la cámara de comercio venezolana -américana con sede en Miami, FL consideraba públicamente a Garcia un ‘gran hombre y un gran amigo” mientras ella vivía entre Caracas, Miami y Santo Domingo operando como Fundación de ayuda a niños con cáncer a quienes trasladaba en los aviones de la compañía – y de manera gratuita – a la ciudad de Orlando, Fl para que los menores cumplieran su sueño de ir a los parques de Disney World.

Por años Lesly Simon operó como cómplice y principal relacionista publica de Simeón Garcia. Su vinculo con Garcia oficialmente comenzó en el año 2001 cuando entró a trabajar junto a él en la empresa ASERCA de Venezuela.

https://www.linkedin.com/in/lesly-simon-7ba55437/

Lesly Simon fue presidenta de Santa Barbara Airlines, C.A, vice presidenta de asuntos públicos y Presidenta de la fundación Alas Solidarias

https://www.diariocritico.com/noticia/425524/emprendedores-2020/lesly-simon:-las-manos-son-para-dar-no-solo-para-recibir.html

Las autoridades dominicanas la han citado en calidad de testigo en distintas oportunidades por el caso PAWA; ella no ha respondido a esa petición pero si fue ella quien dió la cara por su jefe cuando Santa Barbara Airlines anunció el cierre de operaciones en Venezuela.

Actualmente Simon está mimetizada en la sociedad venezolana américana de Miami, Fl a través de la Cámara de Comercio que ella dirige en segunda oportunidad, organización que ha servido de cómplice – por años – de varias empresas y empresarios vinculados al régimen de Venezuela y a sonados casos de corrupción.

https://www.noticierodigital.com/2020/02/tenemos-una-responsabilidad-con-venezuela-cuando-haya-el-cambio-venamcham/

Entretanto continúa la investigación sobre los vínculos de Simon con Garcia dado que las autoridades buscan alguna acción que la podría involucrar penalmente al ahora prófugo de la justicia dominicana, Simeón García, quien vive cómodamente en el Edificio Santa María de Brickel en la ciudad de Miami, Fl

CCB