La historia de Marisela Escobedo estremece de nuevo a México con sentimientos de coraje, dolor y decepción, pero también como la muestra del amor que una madre tuvo por esclarecer elfeminicidio de su hija Rubí, dejando en el camino su propia vida.
La plataforma Netflix estrenó este mes la película documental Las tres muertes de Marisela Escobedo, colocándose como lo más visto en el país. Su director, Carlos Pérez Osorio, y la productora ejecutiva Laura Woldenberg platicaron sobre el proyecto.
Destacaron que si bien la historia de Marisela ocurrió entre 2008 y 2010, el 2020 es un retrato de aquel entonces en materia de impunidad respecto al feminicidio y la violencia. Tanto, que en México diez mujeres son asesinadas todos los días, y la mayoría de los casos quedan impunes.
Hace casi doce años, Rubí, una adolescente de 16 años, fue asesinada presuntamente por su novio en Ciudad Juárez. Marisela Escobedo, su madre, una mujer que era enfermera y empresaria, comenzó una cruzada incansable para lograr la captura y el juicio del hombre que mató a su hija.
Durante dos años, con el apoyo de familiares y amigos, recorrió el país, llevó a cabo sus propias investigaciones y se enfrentó a organizaciones criminales y a funcionarios corruptos. En su lucha arriesgó su vida y expuso las fallas del sistema de justicia de México.
«Si una puerta se cierra, mañana se abre otra. Y que hasta el último rincón de la tierra pueden buscar para que nuestras hijas puedan vivir el libertad, para que no sean víctimas de violencia ni maltrato, mucho menos de asesinato», revelaba en aquel entonces Marisela, que además se convirtió en activista durante su tiempo de lucha y se acompañó de otras madres con hijas desaparecidas en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Sus tres muertes
Carlos Pérez Osorio, el director de la película documental de Netflix, destacó en entrevista para Debate que la historia de Marisela Escobedo no es tan diferente, en esencia, a muchísimas historias de México respecto al feminicidio, particularmente en Ciudad Juárez, pero consideró que sí había algo en su historia que parecía una película de ficción.
«Había muchísimas cosas en los detalles, en las cosas que hizo, el cómo se enfrentó a la justicia, que tenía un potencial enorme de que mucha gente quisiera saber esa historia», narró.
Además, comentó que era una historia que estaba cerca, ya que supo de ella en algunas actividades dentro del Centro de Derechos Humanos para las Mujeres en Chihuahua (Cedhem) y por amigos de ese estado.
«Era algo que tenía que ser contado de alguna manera. Honestamente, muy al inicio no tenía idea de cómo lo iba a hacer, pero poco a poco junto con la familia y su permiso fuimos armando el proyecto, se fue armando el guion, y hoy es una realidad, y está para que mucha gente lo pueda ver», sostuvo.
Tomando en cuenta la falta de impartición de justicia en el caso de Marisela Escobedo, para la productora ejecutiva Laura Woldenberg en la actualidad prácticamente los componentes siguen siendo los mismos, pero más agravados.
«Por un lado, tienes lo descompuesto que está el acceso de justicia en México; por otra parte tienes las instituciones limitadas, funcionarios que no están capacitados para atender este tipo de situaciones, donde tienes fiscalías también que no están capacitadas, tienes funcionarios que no ven estos temas con perspectiva de género», lamentó.
Laura Woldenberg, que además es documentalista y periodista con más de diez años de experiencia, expuso que desde el caso de Marisela a la fecha se han acumulado muchos más, ha incrementado la impunidad y se ha vuelto más común la violencia sanguinaria. Un ejemplo claro —expuso— es que en México en 2020 matan a diez mujeres de manera violenta por día.
Es un tema que está completamente fuera de control
Efectos sociales
Reconoció que algo que sí ha cambiado desde el caso de Marisela Escobedo es que la sociedad está más activa en este tipo de conversaciones, ya se tiene la palabra «feminicidio», y ahora los medios de comunicación están mucho más pendientes de estos temas.
Laura Woldenberg también destacó que hay movimientos feministas, que es otra de las razones, además de la pandemia, por los que será recordado el 2020.
«Sí se ve una sociedad bastante más socializada, con mucho menos aguante, con más ganas de cambiar las cosas, pero tenemos todavía el tejido social superdebilitado, y las instituciones que no están capacitadas para este tipo de problemas», consideró.
Carlos Pérez Osorio, quien también ha producido y dirigido documentales en distintos países de Latinoamérica y el Medio Oriente sobre derechos humanos y conflicto social, agregó que una intención también del documental Las tres muertes de Marisela Escobedo es que el enojo, la ira o la desolación que causa abra un espacio de reflexión donde realmente se logre entender qué pasó, dónde está fallando realmente el sistema de justicia, cuáles son todos los pasos que la víctima tiene que seguir, qué pasa desde las investigaciones y cómo se conforman las carpetas de investigación, hasta cómo se juzga a los acusados.
Consideró que debe existir un debate constructivo alrededor de esto, «y que realmente las autoridades entiendan que a la gente le importa y que la gente va a contar estas cosas, y que si se equivocan y si no traen la justicia que la sociedad necesita y merece, va a haber alguien haciendo documentales; tal vez no ahorita, pero en cinco, diez años, va a haber alguien que los va a poner en una plataforma donde millones de personas van a poder ver cómo actuaron en ese momento», apuntó.
La productora ejecutiva Laura Woldenberg opinó que el éxito hasta ahora del documental es porque es un retrato fiel de los sentimientos que se tienen, donde la gente está muy enojada, con ganas de romperlo todo y de tener un cambio.
«Lo que nos gustaría es que esto pueda llegar a acciones concretas, al menos llegar a un cambio de paradigma, donde no son ellos contra nosotros, o ellas contra nosotros, y donde está todo politizado, y realmente entender que es un problema que nos afecta absolutamente a todos los mexicanos, porque le pasó a Marisela y le pasa a otras diez familias al día, pero en cualquier momento nos puede pasar a nosotros», advirtió.
Empatía por los otros
Consideró a su vez que si el documental logra empatizar de esa manera, como sociedad no solo se podría lograr mayor información, sino más empatía con la tragedia del otro. «Esperamos que esta película la vean en todo México y que, si se puede, en el mundo. Que Marisela Escobedo se convierta en un ícono de lucha y de exigir justicia, y que las siguientes marchas la veamos a ella presente en su energía permeada en todas las personas que buscan justicia».
Carlos Pérez Osorio invitó a la ciudadanía a que participe en los documentales y que acepte las entrevistas que les hacen para que se pueda conocer un panorama más amplio de lo que pasa en estas historias.
«Al final estamos todos en esta sociedad. Necesitamos todos colaborar y hacer una reflexión de lo que pasó. Hay que adjudicar responsabilidades a quien tenga responsabilidad, pero tenemos que hacer una reflexión como sociedad, para salir juntos de esta, porque esta situación, como dice Laura, es una bomba que nos explotó en el 2020», sostuvo.
Justicia
El priista José Reyes Baeza Terrazas era el gobernador de Chihuahua en 2008 al momento del asesinato de Rubí, la hija de Marisela. Los jueces Rafael Boudib, Netzahualcóyotl Zúñiga y Catalina Ochoa dejaron en libertad al presunto homicida de la joven de 16 años, mismos que se negaron a participar en el documental de Netflix.
Después de eso, el camino de Marisela Escobedo, su madre, la llevó a una lucha a nivel nacional, aunque el presidente de aquel entonces, Felipe Calderón, de Acción Nacional, no quiso recibirla. Como última opción, y tras recibir algunas amenazas, en 2010, Marisela inició un plantón afuera del Palacio de Gobierno en Chihuahua cuando recién empezaba su mandato como gobernador el también priista Javier Duarte.
«Si me va a venir este hombre a asesinar, que venga y me asesine aquí enfrente», dijo en ese entonces Marisela en una entrevista. Y así fue. En diciembre del 2020 será el décimo aniversario del asesinato de Marisela Escobedo. Al día de hoy, de acuerdo con el documental, el caso no está esclarecido; mientras en noviembre del 2020 se cumplirán doce años del feminicidio de su hija Rubí, cuyo presunto asesino murió en 2012, sin haber cumplido su condena.
«Cuando ustedes duden de qué es lo que deben hacer, cuando ustedes duden de qué manera deben luchar, acuérdense de Marisela Escobedo», recita el documental mexicano que está siendo transmitido en 190 países y 30 idiomas.
Los creadores del documental agradecieron a la familia de Marisela y Rubí por la colaboración para el proyecto, y señalaron que ante el impacto en México de la historia de Marisela, su familia se ha reactivado para seguir con el caso y exigir justicia. Cabe destacar que ante las constantes amenazas que recibió la familia Escobedo tuvo que ser exiliada en Estados Unidos.
Carlos Pérez Osorio
Trayectoria: director, productor y fotógrafo con más de diez años de experiencia. En 2015 fundó la casa productora de documentales Scopio. Su último documental, Caravanas, ha sido nominado a un Emmy, y el episodio Canasta, de la serie Las crónicas del taco, ganó en la categoría Programa en locación en The 2020 James Beard Media Awards.
Fuente: Cortesía
Laura Woldenberg
Trayectoria: documentalista y periodista con más de diez años de experiencia. Ha producido documentales en la región sobre migración, drogas, cultura, diversidad y género. Fue productora ejecutiva de la serie documental 1994: poder, rebeldía y crimen en México, de Netflix.
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