Un tribunal argentino condenó este miércoles a cárcel de por vida por crímenes de lesa humanidad al expolicía Miguel Osvaldo Etchecolatz, quien recibió así su octava condena a cadena perpetua por delitos perpetrados durante la última dictadura (1976-1983), informó la entidad humanitaria Abuelas de Plaza de Mayo.

Condena al «genocida, Miguel Osvaldo Etchecolatz, a prisión perpetua», expresa el comunicado.

Etchecolatz, comisario general de la policía de la provincia de Buenos Aires durante los años de represión dictatorial, asistió a la sentencia desde el penal de Campo de Mayo, en el departamento bonaerense de San Miguel, donde se encuentra detenido.

Al escuchar el fallo, el represor se puso de pie y mostró un cartel blanco colgado de su cuello en el que se podía leer: «Señor Jesús, si me condenan es por haber defendido tu causa».

El juicio investigó los crímenes, secuestros y torturas cometidos en perjuicio de 84 víctimas en el centro clandestino de detención que funcionó en la Brigada de Investigaciones San Justo como parte de las dependencias de la Comisaría 1 de la policía bonaerense en el partido La Matanza.

El veredicto consideró a Etchecolatz culpable como coautor de la privación ilegítima de la libertad de 54 víctimas, agravada por mediar violencia e imposición de torturas y por tratarse de perseguidos políticos, siete de los cuales fueron asesinados como consecuencia de los tormentos.

Junto a este represor recibieron la pena máxima otros nueve genocidas.

Circuito represivo

Los tres jueces del tribunal también sentenciaron a otros seis acusados a 25 años de cárcel y absolvieron a uno de los imputados.

Además, instaron al Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires a que convierta la Brigada de San Justo en un sitio de memoria.

Diecinueve de las 84 víctimas que pasaron por aquel centro clandestino de detención siguen desaparecidas.

Etchecolatz, considerado un símbolo del aparato represivo de la dictadura que persiguió y asesinó a miles de disidentes, acumula con este nuevo veredicto ocho condenas a perpetua.

Como director de investigaciones de la policía bonaerense entre 1976 y 1979, Etchecolatz estuvo a cargo de organizar «grupos de tareas» que secuestraron y torturaron hasta la muerte a miles de personas en el llamado «Circuito Camps», compuesto por 29 centros clandestinos de detención que funcionaron en Buenos Aires.

Organizaciones de derechos humanos estiman que durante la dictadura argentina unas 30.000 personas fueron detenidas y desaparecidas.

CCB