La violencia no cesa en Haití y las bandas radicales toman el país. A raíz de la última noticia del secuestro de los 17 misioneros de Estados Unidos por la banda “400 Mawozo”, cuyo líder, Lamo Sanjou, ha prometido matar a todo aquel que se le ponga por delante “si no consigue lo que se propone”, las organizaciones han alertado de los peligros en los qué está inmerso el país del Caribe, del que aseguran que “ya no es un lugar seguro”.
UNICEF advirtió de que al menos 800 personas han sido secuestradas en lo que va de año, sin contar octubre, de las cuales pertenecen 71 mujeres y 30 niños. “Ningún lugar es un lugar seguro para los niños en Haití”, dijo Jean Gough, Director Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe. “Ya sea de camino a la escuela, en la iglesia o incluso en su propia casa, niñas y niños corren peligro de ser raptados en cualquier lugar y cualquier hora. Esta es la peor pesadilla de todo padre”, asegura, en declaraciones que recoge Haitian Times.
En plena ola de violencia, el director general de la Policía de Haití, León Charles, ha presentado su dimisión. El aumento de los secuestros, así como la inseguridad e incertidumbre que reina en Haití y con la gran cantidad de disturbios, saqueos y secuestros que surgen día sí y día también ha hecho imposible cualquier intervención policial liderada por Charles, lo que le ha obligado a dimitir, junto al ultimátum lanzado por el Sector Democrático y Popular (SDP), una coalición de partidos y de grupos de la sociedad civil, exigiendo su salida debido a la crisis de seguridad que sufre el país, en especial la capital, Puerto Príncipe.
Su sustituto será Frantz Elbé, informa el diario haitiano ‘Le Nouvelliste’. La presencia de Charles al frente de la Policía haitiana desde que asumió el cargo por segunda vez en noviembre de 2020 siempre ha estado cuestionada, entre críticas de incapacidad, recordando su paso por el cargo por primera vez en 2005, durante la presidencia interina de Boniface Alexandre.
Los responsables del secuestro de los 17 ciudadanos –16 estadounidenses y un canadiense–, entre ellos siete mujeres y cinco niños, han pedido en total 17 millones de dólares (más de 14,5 millones de euros), según han indicado las autoridades del país. Los misioneros, afiliados a la organización religiosa Christian Aid Ministries, estarían retenidos en un lugar fuera del suburbio Croix des Bouquets, en el noreste de Puerto Príncipe, donde habían acudido a visitar un orfanato y se produjo el secuestro.
Por el momento, todos los misioneros están a salvo, según ha adelantado una fuente de las fuerzas de seguridad de Haití y recoge Europa Press. Mientras, el FBI estadounidense se ha desplazado hasta el país para asesorar a la Policía en la negociación y liberación de los miembros de Christian Aid Ministries.
CCB